Productos Destacados
-
No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra a dónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
-
Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte a ti mismo, eres un verdadero sabio.
-
Porque ninguna lágrima rescata nunca al mundo que se pierde ni al sueño que se desvanece.
-
¡Imagina! ¡Estrechar, vivo, radiante el imposible! ¡La ilusión vivida!
-